No comienza mi día con la alborada Sino con tu sonrisa desatada No hay ocaso capaz de alzar estrellas Si no haces sonrosar al cielo seria. Por ese fruto de cristal sagrado Yo busco entre tus labios mi pecado Por la mañana que inventó tu risa Navega en mi canción una caricia. Vuelve a reír corolas en tu boca Rocío en tus pestañas Que no termine el día. Luna de sal, lejana huella Las sílabas del beso son estrellas. Noche de sol, no existe el día Si toco tu sonrisa con la mía. Beso tu beso deteniendo el tiempo A ver si se detiene aquí la vida Ríe, por Dios, que nos derrota el sueño A veces uno duerme y se la va la dicha. Deja la noche allá en tu pelo Que a veces uno duerme Y se le va la dicha.

 

   

  Le he preguntado a mi sombra A ver cómo ando, para reírme Mientras el llanto, con voz de templo Rompe en la sala regando el tiempo Mi sombra dice que reírse Es ver los llantos como mi llanto Y me he callado, desesperado Y escucho entonces La tierra llora La era esta pariendo un corazón No puede más, se muere de dolor Y hay que acudir corriendo Pues se cae el porvenir La era esta pariendo un corazón No puede más, se muere de dolor Y hay que acudir corriendo Pues se cae el porvenir En cualquier selva del mundo En cualquier calle Debo dejar la casa y el sillón La madre vive hasta que muere el sol Y hay que quemar el cielo Si es preciso, por vivir Debo dejar la casa y el sillón La madre vive hasta que muere el sol Y hay que quemar el cielo Si es preciso, por vivir Por cualquier hombre del mundo Por cualquier casa

  Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande. Martin Heidegger